BÉLGICA en 4 días
Existe un bono de 10
viajes que se llama Rail Pass (si tienes 26 años o más) y Go Pass (si tienes 25
años o menos), como no son nominativos y se pueden usar por varias personas, se
puede comprar uno para cada 2 personas.
El Go Pass vale 50 € y el Rail Pass 76 €. No suelen pedir el DNI.
Funcionan como una especie de cheque que tienes que rellenar antes de subir al
tren, pones el día (por ejemplo viernes),
la fecha (16/08/2013), la estación de
origen (Bruselas) y la estación de
destino (Gante).
También
existen los billetes weekend,
son billetes de ida y vuelta (no vale solo de ida) al 50% si viajas en
fin de semana.
Metro
en Bruselas: en cuanto al metro en
Bruselas es recomendable el abono de
24 horas, un billete sencillo vale 2€, uno de ida y vuelta son 3.5€, y el
abono de 24 horas son 6.5€. Así que es recomendable comprarlo durante un día y
aprovechar para visitar todo lo que esté “lejos” del centro de Bruselas como el
Atomium, el pabellón chino o el parque
del cincuentenario.
CONSEJOS
• No os olvidéis del boli para rellenar los Go Pass o Rail
Pass.
• Llevad dinero suelto (monedas) porque en la mayoría de
máquinas de metro/tranvía de Bélgica no sirven los billetes (solo acepta
monedas) y en algunos no tienes ni opción a pagar con tarjeta.
• Estos son los nombres de algunas de las ciudades en
neerlandés y francés para que rellenéis el Go/Rail Pass, sirve cualquiera de
ellos: Bruselas (Brussel/Bruxelles),
Gante (Gent/Gand), Brujas (Brugge/Bruges), Amberes (Antwerpen/Anvers) y Lovaina (Leuven/Louvain).
Todos los horarios y
precios de los trayectos se pueden consultar en la página web: www.b-rail.be.
DESDE EL AEROPUERTO AL HOTEL
Nosotros nos alojamos en un apartamento
llamado: Hotel Condo Gardens Brussels Aparthotel, en Jollystraat 141 1030
Schaerbeek, Brussels, Bélgica. Ecónómicos y muy bien situados.
La estación de tren se encuentra en la planta -1 de la terminal de llegadas
del aeropuerto Nacional de Bruselas. Desde aquí salen trenes cada 15 min. que
nos conectan con las principales estaciones de Bruselas: Bruselas norte, Bruselas Central y Bruselas Sur/Gare du Midi. El
precio del billete a cualquiera de estas estaciones (diabolo fee, tasa que se
aplica a los trenes que van al aeropuerto) cuesta 4,40€. Una vez aquí, podemos coger un metro o tranvía hasta llegar
al destino, si el alojamiento es en Bruselas.
Los trenes Airport City Express (3€;
5.30-12.20) circulan cuatro veces cada hora entre el aeropuerto de Bruselas y
las tres estaciones de trenes del centro: Bruxelles-Nord (15 min).
La parada de tranvía que está al lado de nuestro
hotel se llama Thomas.
DÍA 1: LOVAINA-LIEJA (Lovaina se puede ver por la mañana y Lieja por la
tarde)
LOVAINA: De Bruselas a Lovaina (Leuven) se va en tren, que
se coge en la Estación de Bruselas Midi (estación sur) o en la estación Central
de Bruselas (Gare Centrale). Para
ir de nuestro hotel a la estación central cogemos el tranvía nº3 en Thomas y
vamos hasta Bourse (dirección Churchill). Los billetes se compran en las
máquinas expendedoras de tíquets trayecto Bruselas-Lovaina. E tren dura 20 min y cuesta 12,40€ con la opción más barata, que es combinar fin de semana con ida y vuelta (tarifa weekend) (el billete también se puede comprar por internet y cuesta 4€). En Bélgica hay vagones de primera y segunda clase, hay que tener cuidado para no confundirse.
Lovaina es parecido a Brujas, pero más pequeña; y hace más frío que en Bruselas auqneu esté el cielo despejado.
Lovaina es parecido a Brujas, pero más pequeña; y hace más frío que en Bruselas auqneu esté el cielo despejado.
En el recorrido a pie desde la estación hasta
el centro histórico de Lovaina, podremos disfrutar de la panorámica que ofrecen
los bonitos edificios históricos.
Ya en la Plaza
Mayor (Grote Markt), podremos
contemplar sus dos construcciones principales: la Iglesia de San Pedro (que atesora en su interior algunas
valiosas piezas artísticas y la entrada es gratis) y el fascinante edificio del
antiguo ayuntamiento, su entrada se encuentra en la oficina de turismo que se encuentra en
el propio lateral del ayuntamiento. La arquitectura medieval y barroca es ama y
señora de los edificios de esta ciudad, y los estudiantes universitarios.
No debemos dejar la ciudad, sin saborear la
tradicional cerveza de Lovaina, bien descansando en alguna de las terrazas de
las calles o bien, visitando la mayor
fábrica de cerveza del mundo, Inbev (abierta de Mayo a Octubre), donde se
pueden descubrir algunos de los secretos del proceso de elaboración de la más
popular de las bebidas belgas.
Existen dos rincones más apartados que hay
que ver en Lovaina. El primero es el jardín
botánico. No es nada espectacular en lo que a paisajes se refiere pero es
un agradable parque para pasear con un bonito invernadero antiguo, es el más
antiguo de Bélgica.
Por último, no puedes irte sin visitar el Beginhof un pequeño barrio bastante
apartado y recóndito (es fácil perderse intentando llegar). Casitas con siglos
de antigüedad en callejones estrechos con pavimento de piedra inundados de
tranquilidad y silencio. Originalmente era la residencia de las monjas (no
comer en restaurante Agora).
Regreso a la estación de tren para ir a
Lieja.
LIEJA: Lo más bonito de ver que tiene es el
ayuntamiento. No merece mucho la pena ir a Lieja si no te sobra tiempo, merece
mucho más la pena Lovaina.
Se tarda media hora en tren de
Lovaina a Lieja (Liege o Luik), en Valonia. La estación más céntrica es
Liege-Palais, pero el tren desde Lovaina te dejaba en Liege-Guillemins. Se puede hacer transbordo con otro tren hasta la
siguiente parada, pero también se puede ir andando.
La estación diseñada por
Calatrava parece ser que es una de las más grandes de Europa. Hay una buena
caminata hasta el centro, pero se puede hacer tranquilamente por la orilla del
río y pasar por Turismo en la Place
Saint-Lambert (para coger un plano muy grande y muy bueno, gratuito).
Hay un tren turístico que para en dicha plaza y cuesta 4€ el paseo
por la ciudad. El último horario es a las 5 de la tarde.
Visitar la Catedral de Saint-Paul (gratuita, excepto para entrar al tesoro y
el claustro). Bastante negra por fuera, pero bonita en su interior, incluida la
decoración del techo.
También se puede subir al Parque de la Ciudadela, a través de un
camino o por unas escaleras. Desde luego, las vistas, cuando consigues llegar,
son muy buenas.
Para volver a Bruselas, podemos
ir desde Liége-Palais en tren a Liége-Guillemins (vale el billete que
hasta Bruselas y que saquemos por la mañana).
Desde Lieja hasta Bruselas hay
aproximadamente una hora en trenes IC (y tienen baño) y para en todas las
estaciones de Bruselas.
DÍA 2: AMBERES - MALINAS
Enfrente de la estación está la Plaza de la Reina Astrid, que está
adornada con magníficos parterres de flores muy bonitas.
Amberes (es la que menos tiene para ver) (ver por la mañana, en unas 3 horas o menos). Salida en tren hacía Amberes desde la estación Sur o desde la estación Central de Bruselas. El precio por trayecto desde Bruselas es de 10,40€ y la duración de éste es de unos 40 minutos.
Asomado al Escalda, el río que marca su historia, Amberes es el puerto vital por donde se cuelas las ideas más innovadoras. En el s. XVI fue la capital del norte de Europa.
Podemos disfrutar de una Amberes tradicional, la que se esconde en su casco antiguo, repleta de historia y de edificios emblemáticos en cuyas fachadas quedó grabada su intensa relación con la corona española.
También podremos disfrutar de una Amberes moderna, que ha ido creciendo alrededor del conocido como "museo del río", el barrio de Eilandje, nuevo corazón de la ciudad, donde late la creatividad y las nuevas tendencias de cultura y ocio.
Cerca de la estación está el Museo de los Diamantes, que contiene exposiciones de objetos y material audiovisual en los que se explica todo el proceso del diamante desde su extracción a su venta.
Enfrente de la estación está la Plaza de la Reina Astrid, que está adornada con magníficos parterres de flores muy bonitas.
Amberes (es la que menos tiene para ver) (ver por la mañana, en unas 3 horas o menos). Salida en tren hacía Amberes desde la estación Sur o desde la estación Central de Bruselas. El precio por trayecto desde Bruselas es de 10,40€ y la duración de éste es de unos 40 minutos.
Asomado al Escalda, el río que marca su historia, Amberes es el puerto vital por donde se cuelas las ideas más innovadoras. En el s. XVI fue la capital del norte de Europa.
Podemos disfrutar de una Amberes tradicional, la que se esconde en su casco antiguo, repleta de historia y de edificios emblemáticos en cuyas fachadas quedó grabada su intensa relación con la corona española.
También podremos disfrutar de una Amberes moderna, que ha ido creciendo alrededor del conocido como "museo del río", el barrio de Eilandje, nuevo corazón de la ciudad, donde late la creatividad y las nuevas tendencias de cultura y ocio.
Cerca de la estación está el Museo de los Diamantes, que contiene exposiciones de objetos y material audiovisual en los que se explica todo el proceso del diamante desde su extracción a su venta.
Podemos continuar por la calle Keyser-Lei Straat, la gran arteria
comercial, donde están las principales boutiques internacionales. A destacar Stadsfeestzaal un edificio espectacular
con una fachada preciosa, junto con bares y restaurantes.
Siguiendo por esa calle, a mano izquierda
está la calle Wapper Straat, donde
se encuentra el Museo Casa de Rubens o
Rubenhuis (entradas a 6€ con audio-guía en español), hay que dejar la
mochila en una consigna enfrente del museo y solo permiten fotos en los
jardines. Peter Paul Rubens nació en Alemania en 1577 pero sus padres
originarios de Amberes le llevaron a esta ciudad siendo muy pequeño. El genial
pintor adquirió esta casa en 1610 y la transformó en su casa-taller. Se pueden
ver una decena de sus cuadros, mobiliario de la época y un jardín renacentista
que Rubens diseñó. El museo abre de martes a domingo y es una visita muy
recomendable que dura una hora y media aproximadamente.
La plaza mayor, Grote Markt contiene los edificios gremiales de los siglos XVI y
XVII que son una auténtica joya. Aquí está el ayuntamiento o Het Stadhuis, de estilo renacentista flamenco
del siglo XV.
En el centro de la plaza hay una fuente con
la estatua de Silvio Brabo de Jef Lambeaux.
“Según la leyenda, en el río Escalda, vivía un gigante llamado Druon
Antigon. Éste obligaba a todos los marineros que pasaban por allí a pagar un
impuesto abusivo, y a los que no lo pagaban les cortaba una mano. Enterado de
esto, Silvio Brabo, un guerrero romano, se enfrentó al gigante y le cortó su
mano como escarmiento, arrojándola al río. Así la palabra flamenca Antwerpen,
significa "lanzar la mano", dando nombre a la ciudad de Amberes”.
A dos pasos de la Grote Markt está la Plaza Groenplaats, con la estatua de
Pedro Pablo Rubens (1840) en el centro.
Aquí también se ubica la Catedral de Nuestra Señora o Onze-Lieve-Vrouwekathedraal. Es la
iglesia gótica más grande e importante de los Países Bajos. Data del XIV al
XVI, tardaron casi dos siglos para acabarla, exactamente 169 años. Es tan alta
que no cabe en las fotos, 123 metros mide su torre central. Hay que pagar para
verla por dentro (10€ y 2€ la audio-guía en español), pero merece la pena
por ver los cuadros de Rubens.
Callejeando de camino al río Escalda está el castillo de Steen o Steen Plein (rebautizado así por Carlos
V), una fortaleza preciosa del siglo XII. Sirvió de residencia de muchos
emperadores hasta que terminó por convertirse en prisión sobre el año 1.520,
ahora alberga un museo. “La leyenda
cuenta que el gigante Druoon Antigoon vivió en este castillo”. El río
es muy ancho y el más largo de Bélgica.
Son famosas las patatas fritas belgas de la
GroenPlaats. En su esquina noroeste hay un local llamado Max, que desde 1842
fríe las patatas (2,35€).
Para ir a Malinas, en la plaza Groenplaats
hay que coger el metro (1,20€) hasta la estación Central de Amberes para tomar
el tren hacia Malinas que tarda 20 min (comprar solo el billete de ida a
Malinas (4€), porque la vuelta vale el de Amberes).
MALINAS (ver
por la tarde): Malinas se encuentra en el corazón de
Flandes. Cuenta con unos 80.000 habitantes y ofrece la combinación de la
tranquilidad del campo y la animación de la ciudad. Disfruta del recorrido
histórico que te ofrecen sus monumentos y palacios, el arte que encontrarás en
sus iglesias y no olvides visitar el lugar donde fue criado sus primeros años
Carlos I.
Es la capital
eclesiástica de Bélgica, también es conocida por la confección de tapices con
creaciones propias de los tapiceros flamencos y restauraciones de antiguas
reliquias. Además Malinas posee una escuela de carillón, enseñando a muchos
éste oficio tan particular. Merece la pena acercarse a ver las casas de la calle Haverwerf, en la esquina con Kraanstraat, muy pintorescas con fachadas de madera al lado del río.
De la estación a la Grote Markt, hay un paseo de 15 minutos, por el camino hay
que cruzar un puente sobre el canal del río Dijle. Los edificios en esta zona
son modernos y la calle está adornada con flores muy bonitas. Grote Markt es enorme y sus edificios
son bajos de los siglos XVI al XVIII. Está dominada por la estatua de Margarita
de Austria, que gobernó la ciudad durante el reinado de los duques de borgoña.
El edificio más imponente es el Ayuntamiento
de 1534, situado en el antiguo Salón de
los Tejidos en forma de castillo. En frente está la Catedral de San Romualdo o Sint Romboutskathedraal.
IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL DIJLE: De estilo gótico, comenzó su construcción en el siglo XIV. Después de la catedral, es la iglesia más grande de Malinas. Destacan dos obras: El tríptico El milagro de los peces de Rubens, resultado de un encargo que el gremio de los pescadores le hizo para adornar el altar de su capilla y demostrar la riqueza de su gremio. Y la escultura de Nuestra Señora de Scheve Lee, conocida como "Nuestra Señora de la pierna torcida" por la postura de la cadera. Es una escultura de la Virgen María que sobrevivió a las revueltas religiosas del siglo XVI.
CATEDRAL DE SAN ROMUALDO: La catedral
se construyó en el siglo de los siglos XII al XVI, de estilo gótico. Esta
iglesia toma su nombre de un misionero irlandés que cristianizó la región de
Malinas. Es muy grande, altísima, domina la ciudad desde sus 97 metros y en
ella se encuentran sus dos famosos carillones con 49 campanas.
En el siglo XVI
sufrió grandes destrozos, perdiéndose parte del interior antiguo. En la Segunda
Guerra Mundial es bombardeada y en 1972 sufre un incendio, pero a pesar de
todos los males, la catedral sobrevive. En
su interior, posterior a los saqueos del siglo XVI, puede observar el Cristo en
la cruz de Van Dyck. El bien más preciado de la iglesia es el altar mayor de
1665. La torre de San Romualdo
comienza su construcción en el siglo XV, pero siempre hay algún obstáculo que
impide que se acabe, a pesar de ello llega a tener 97 metros y se convierte en
el símbolo por excelencia de la ciudad. La torre ha sido declarada Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco. Hay que subir 538 escalones para disfrutar de la
maravillosa vista que ofrece. Precio de la entrada 7€ (horario de 10h a 18h,
16:20 último pase, lunes cerrado).
PALACIO DE MARGARITA DE AUSTRIA: Margarita de Austria fue gobernadora de los
Países Bajos de los Habsburgo entre 1507 y 1530. El palacio construido entre
1517 y 1530, se considera de los primeros edificios renacentistas de Bélgica.
De 1616 a 1796 el palacio albergó el Consejo Superior. Posee un espléndido jardín y en la fachada se puede contemplar el escudo de
armas de Margarita junto al emperador Carlos. El edificio actualmente funciona
como juzgado.
PALACIO DE MARGARITA DE YORK: El edificio era, originalmente, la residencia del obispo de Kamerrijk
cuando se encontraba en Malinas. Margarita lo recibe como herencia. También se
llamaba corte imperial porque el emperador Carlos residió en ella desde 1500
hasta 1515. El antiguo vestíbulo del palacio alberga en la actualidad el teatro
municipal de la ciudad.
IGLESIA DE SAN JUAN: La Iglesia de San juan es una de las más ricas de Malinas ya que en ella
seguían al Eucaristía los miembros del Tribunal Supremo. Este fue en el siglo
XV la estancia más alta de los Países Bajos. Aunque el edificio conserva el
carácter gótico de sus orígenes, el interior es completamente barroco. Fruto de
la reconstrucción que se llevó a cabo en 1585 y que se prolongó hasta la
Revolución Francesa. En el altar mayor
hay un gran tríptico barroco de Rubens, La adoración de los magos.
KLAPGAT: También llamado
"rincón del chismorreo", es un pasadizo muy estrecho en el que se
reunían antiguamente los feligreses después de misa para chismorrear, de ahí su
nombre.
GROEN WATERKE: Agua verde. Es uno de los lugres más curiosos de la ciudad. Este riachuelo
está cubierto por lentejas de agua que le dan ese color verde.
PEQUEÑO BEGUINAJE: Es el beguinaje más
antiguo de Malinas y data del siglo XIII. Ha sido muy bien restaurado ya que se
considera un lugar prioritario de Flandes. Aunque sus casas no pueden
visitarse, puede pasearse entre sus calles y admirar su belleza.
GRAN BEGUINAJE: El Gran beguinaje está declarado Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco. Fue creado en torno al 1560, cuando el beguinaje que había a las
afueras de la ciudad fue destruido y las beguinas volvieron al centro creando
este.
PALACIO ARZOBISPAL: Este palacio clásico del siglo XVIII fue construido por encargo del
Cardenal Tomás Felipe de Alsacia. El nombre del arquitecto se desconoce, sólo
se sabe que era de origen italiano y se puede apreciar esa influencia en su
estilo. En la actualidad sirve como residencia del arzobispado de Malinas.
MANUFACTURA DE WIT: La Real Manufactura de Tapices De Wit es un referente mundial en la
restauración de obras textiles. Además posee una colección de tapices antiguos
y modernos que se puede visitar.
CERVECERIA HET ANKER: Esta cervecería tiene su origen en el siglo XIV y es una de las
cervecerías más antiguas de Bélgica. Goza de fama mundial gracias a su
prestigiosa cerveza Gouden Carolus. En los años noventa el edificio fue
reformado completamente (horario de 10 a 19h, precio 7,50€).
KAZERNE DOSSIN: Edificio conmemorativo, Museo y Centro de Documentación sobre el
Holocausto y los Derechos Humanos. Es el primer Museo dedicado a los derechos
humanos en Europa. Es importante
saber que no encontrareis información en español, tanto los audioguías como la
información impresa sólo está disponible en inglés, francés o neerlandés.
Para la vuelta coger
un tren que lleva hasta las 3 estaciones de Bruselas, hay trenes cada 15 min
desde las 6:00h hasta las 23:30h que sale el último tren y tarda unos 20 min.
DÍA 4: NAMUR Y DINANT (en un día se ven las dos de sobra)
DINANT (por
la mañana, en 2 ó 3 horas se ve): Coger el tren en
cualquiera de las estaciones de tren (sur, central o norte), hay dos cada hora.
Se tarda una hora y veinte aproximadamente en llegar. La estación de tren está
a 5 minutos de la oficina de turismo, que está situada a este lado del río,
allí nos darán un mapa y un montón de explicaciones sobre las distintas cosas
que se pueden hacer.
Dinant es un pequeño pueblo a orillas del río
Meuse con una fortaleza situada encima de un acantilado. Al llegar podremos
acercarnos a la orilla del río para apreciar la bonita panorámica del lugar.
Impacta bastante ver la línea de casas, la iglesia y el acantilado todo tan
junto.
Una de las opciones es coger un barco que
hace un recorrido por el río de 40 minutos, bastante recomendable.
En esta orilla, al haber el acantilado, el
pueblo es muy estrecho con solo tres calles paralelas al río. En la calle
principal, la Rue Grande, se
encuentra el Hôtel de Ville o ayuntamiento donde hay un monumento en
memoria de los ciudadanos de Dinant fusilados por los alemanes en 1914. Se ve
que la batalla por la ciudad fue una masacre durante la Primera Guerra Mundial.
Al final de la Rue Grande está la Collégiale Notre-Dame, la gran iglesia
que aparece en cualquier fotografía del pueblo. Es la primera iglesia románica
que quedó completamente destruida en el siglo XIII por la caída de una roca. La
actual iglesia, realizada al cabo de poco tiempo, es gótica y posteriormente se
le añadió el curioso campanario con forma de cebolla. La entrada es gratuita.
Justo al lado de la iglesia hay las taquillas
para la Ciudadela, el precio de la
entrada incluye el viaje en el teleférico (6,80€). La visita solo se puede
hacer guiada en francés y neerlandés. La Ciudadela se construyo en el siglo XI
y ha sido varias veces reconstruida y ampliada. Su aspecto actual se debe a los
neerlandeses y data de 1818. La visita se hace por diferentes pasillos y salas
que incluyen escenificaciones de la historia de Dinant. Hay una sala ambientada
en las trincheras de 1914 donde hay un bunker hundido, ametralladoras y
explosiones como ruido de fondo y mucha oscuridad.
La visita también incluye una salida a un
mirador desde donde se puede admirar una bonita vista del pueblo de Dinant, con su iglesia a orillas del río. En
total dura más o menos una hora, merece la pena.
Callejeando por el pueblo nos podemos
encontrar con la casa de Adolphe Sax,
nacido en Dinant e inventor del saxofón.
Para ir a Namur hay que el tren de vuelta a
Bruselas.
NAMUR (ver por la tarde): Ir en tren desde la estación de tren de Dinant, hasta Namur se tarda
una media hora. El tren para en la Place de la Gare 1 en Namur. La oficina de turismo, muy cercana de la
estación de tren, para coger un mapa de la ciudad y un folleto bastante
completo (en francés) con una ruta por las principales atracciones de la
ciudad. Namur es la capital de la región de Valonia.
Comenzar andando por la Rue de Fer, una calle llena de tiendas. Al final, la calle se
ensancha para formar una plaza, la Rue
de l’Ange, flanqueada por casas de los siglos XVII y XVIII.
Un poco más adelante se llega a la Place d’Armes, su plaza principal.
Dominando la plaza se encuentra la antigua bolsa de comercio, de 1932 que
actualmente es el Palais des Congres
y en frente hay una estatua de “Joseph,
François et les escargots”.
Justo detrás está el Beffroi, una torre circular medieval. Los Beffroi son campanarios
civiles símbolos de la libertad comunal de los ciudadanos en la edad media.
Tanto los de Bélgica como los de Francia han sido catalogados como patrimonio
de la humanidad de la Unesco. El de Namur, llamado también Tour Saint-Jacques,
data del siglo XIV pero no fue hasta 400 años después, cuando se le añadió el
reloj, que se convirtió en Beffroi.
Siguiendo la calle del Beffroi llegamos a la
plaza donde está el Théâtre Royal,
reconstruido completamente en 1863 después de un gran incendio. A continuación
cruzar el río Sambre, afluente del
largo río Meuse, que nace en Francia y desemboca en Holanda, donde se encuentra
la ciudadela de Namur. Se puede ir
en teleférico y arriba hay unas buenas vistas y un museo.
Ir a ver el río Meuse y el Parlament Wallon,
situado en un antiguo hospicio del siglo XVII. Volviendo al centro se ve el Halle al’Chair, el antiguo mercado de
carnes de 1590 que ahora es sede del Museo de Arqueología.
En la parte oeste de la Rue de l’Ange está a la pequeña Place aux Légumes llamada también plaza del viejo mercado. Aunque
esta llena de terrazas, ofrece el mismo encanto desde el siglo XVIII.
Más adelante se encuentra la iglesia barroca
de Saint-Loup con su enorme fachada.
El interior, solo visible a través de un cristal, deja entrever las columnas de
mármol violeta y las filigranas del techo.
Finalmente llegaremos a la Cathedrale St. Aubain, situada en una
plaza llena de coches. Una vez terminado el recorrido volver a la estación de
tren por calles peatonales llenas de tiendas y terrazas.
DÍA 4: GANTE Y BRUJAS (para mí los dos lugares más bonitos de Bélgica,
así que quise dejar el mejor día para el final)
GANTE: El tren de Bruselas a Gante sale de la
estación Bruxelles Central, sur o Norte, y llega a la estación Gent Sint Pieters. El trayecto dura
entre 35 minutos y una hora dependiendo de la franja horaria escogida. Salen
cada 10 minutos y cuesta 8.70€
(cuidado no coger un tren regional porque tarda 1 hora en lugar de media).
Durante la visita descubrimos la Catedral de San Bavón, donde está expuesto el cuadro del "Cordero de Mystico"; recorremos los edificios medievales más importantes como la Atalaya, la Iglesia de San Nicolás y el Castillo de los Condes de Flandes.
Durante la visita descubrimos la Catedral de San Bavón, donde está expuesto el cuadro del "Cordero de Mystico"; recorremos los edificios medievales más importantes como la Atalaya, la Iglesia de San Nicolás y el Castillo de los Condes de Flandes.
•
Catedral de Gante (Sint-Baafskathedral): Los tres siglos que
tardó en construirse valieron la pena. No perdáis de vista el púlpito barroco
del siglo XVIII y sus pinturas, donde destaca "La Adoración del Cordero
Místico" de Van Eyck. En este lugar fue bautizado Carlos V.
•
Castillo de Gante (Gravensteen): Antigua residencia de los
condes de Flandes, fue utilizado hasta el siglo XIV como fortaleza defensiva y
hasta el XVII como prisión, actualmente el castillo es una visita
imprescindible de Gante. Tiene un museo de instrumentos de tortura.
•
Stadhuis: Al igual que sucede en Bruselas y Brujas,
el Ayuntamiento de Gante no pasa desapercibido.
•
Belfort: Este precioso
campanario de 91 metros fue construido en el siglo XIV y es una de las
imágenes más conocidas de Gante. Su mirador, a 65 metros de altura, ofrece las
mejores vistas de la ciudad.
•
Iglesia de San Nicolás (Sint-Niklaaskerk):
Situada a escasa distancia de la catedral, es la segunda iglesia más bonita de
la ciudad.
•
Korenmarkt: Esta plaza, situada a las puertas de la
iglesia anterior, ha sido el lugar más animado de Gante desde la Edad Media.
BRUJAS: El tren que va a Brujas es el mismo que
hemos cogido para ir a Gante. Mi
consejo es: callejear, callejear y callejear... da igual por donde vayas, todas
sus calles tienen mucho encanto, que no te importe perderte por esta ciudad tan
bella y llena de historia y cómete un gofre con chocolate en alguna de sus
pastelerías. Para la vuelta coger el tren en la estación de Brujas y para en
cualquiera de las estaciones de Bruselas, tarda aproximadamente 1 hora.
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