PICOS DE EUROPA en 3 días
DÍA 1:
FUENTE
DÉ
Nuestra
ruta empieza visitando Fuente Dé, en pleno corazón de los Picos de Europa.
Cogimos el funicular que te sube hasta la cima, donde puedes dar un buen paseo
y contemplar unas vistas magníficas. La entrada cuesta 17 € por adulto ida y
vuelta, pero merece la pena. Horario de 10:00 a 18:00 h.
POTES
Se encuentra dentro del paisaje del Parque Nacional de
los Picos de Europa y ha sido declarado conjunto histórico artístico. Lo mejor es dar paseos por las calles del pueblo, se ve
en poco tiempo y es muy bonito. Hay un montón de restaurantes y de bares.
Nos
alojamos cerca de Potes, en el Hotel
Infantado, en Carretera General Ojedo s/n, Ojedo, 39584 (51,70 € con parking y bien situado para ir a distintos lugares de
interés).
DÍA 2:
RUTA DEL
CARES (por la mañana)
La Ruta del Cares, conocida como la “Garganta Divina”, está situada en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Transcurre
en un tramo de 11 km. entre las localidades de Caín (León) y Poncebos (Asturias), atravesando el
desfiladero que sigue el río en una de las rutas de senderismo más
espectaculares que se pueden hacer en toda Europa.
Muy
importante llevar buen calzado, agua, algo de comida y ropa cómoda.
Nosotros
no hicimos todo el tramo, y empezamos en Poncebos, pero nos aconsejaron que es
más bonito el tramo que empieza por Caín.
BULNES (por la tarde)
Bulnes
en un pueblo curioso y el más famoso de los Picos de Europa, situado en lo alto
de una montaña y que no tiene carreteras de acceso. Las únicas maneras de
acceder a él es a través del funicular o andando.
En
Bulnes hay un par de casas rurales y algunos bares-restaurantes.
Andando
desde Bulnes a 15 minutos por un camino que está indicado, se llega a un
mirador desde donde se obtiene una buena vista del Pico de Urriellu, más conocido como Naranjo de Bulnes (si no hay mucha niebla).
Nosotros
hicimos la subida a Bulnes en el funicular (son unos 8 minutos), pero bajamos a
pie. Es increíble el paisaje, así que realmente merece la pena hacer la subida
o la bajada a pie, si lo haces con calma el descenso se tarda una hora y media
en bajar.
Nos
alojamos en la casa rural El Pedrayu, Carretera 114,
Kilómetro 15, Onís, 33556 (50 € con parking).
DÍA 3:
Al
norte de los Picos de Europa, dentro del Principado de Asturias, se encuentra
el valle de Covadonga. Desde aquí se inició la Reconquista a cargo del
rey Pelayo. Enclavado entre estas montañas y el Cantábrico, este lugar
histórico de la resistencia cristiana, esconde múltiples tesoros. Entre ellos
destacan el Santuario de Covadonga y
los lagos.
SANTUARIO DE
COVADONGA
Se divide en la Santa Cueva y la Basílica.
Santa Cueva: El significado de Covadonga proviene del latín «Cova
Dominica», es decir «Cueva de la Señora». Se refiere a la virgen que preside la Santa Cueva o Cueva de la
Santina, santuario católico ubicado en las estribaciones del Monte Auseva. Este entorno natural fue
por primera vez alterado por el hombre en reinado de Alfonso I, que ordena
construir una capilla dedicada a la Virgen María para celebrar la victoria ante
los Musulmanes en la Batalla de Covadonga. En 1777 un incendio afectó al recubrimiento
de madera destruyendo la talla original de la Santina. La actual imagen pertenece al siglo XVI y está hecha en madera
policromada. En ella se ve a una virgen de dulce semblante sosteniendo al niño
Jesús y una rosa dorada. Fue donada por la Catedral de Oviedo en 1778. Otro
tesoro de la cueva es la tumba de Don Pelayo, primer rey de Asturias y su mujer Gaudiosa. Fueron originalmente
enterrados en la Iglesia de Santa Eulalia de Abamia pero trasladados al
santuario por orden del rey Alfonso X el Sabio. También está aquí enterrado
Alfonso I.
Basílica: Situada junto a la cueva, la Basílica es sin duda el centro monumental de la fe de todos los
asturianos. Este gran templo fue erigido por el Arzobispo de Oviedo D.
Benito Sanz y Florésen en 1877. Está construido en estilo neorrománico, con
piedra rosácea y marmórea de las montañas circundantes. Con dos torres
enmarcando su portada de triple arco, consta de una nave central y tres ábsides
escalonados. En la plaza de la basílica se encuentra la
estatua del rey Pelayo. El edificio
alberga otras obras de gran valor como un lienzo de Luis de Madrazo que
representa la «Proclamación de Rey Pelayo», otro de Vicente Carducho que
simboliza «la Anunciación» y una imagen de Nuestra Señora hecha por el escultor
catalán Juan Samsó. En el altar, un panel de oro representa la batalla de
Covadonga.
LAGOS
DE COVADONGA
Es un conjunto lagunar que se encuentra a 10 kms. de distancia de la localidad de Covadonga, se denominan Lagos de Enol, que se agrupan en el lago Enol y el lago Ercina, ambos en la parte asturiana de los Picos de Europa. Para acceder a los lagos desde el monasterio hay que tomar una carretera de 12 sinuosos kms. A mitad de camino merece la pena un alto en el Mirador de la Reina, que ofrece una bonita panorámica. Ambas masas de agua están separadas por la loma de la Picota y rodeadas de bellos parajes montañosos y campos. Primero se llega al lago Enol, a 1.070 metros de altura, rodeado de praderas donde pastan vacas, caballos y ovejas. Luego hay que continuar el ascenso hasta los 1.108 metros de altitud en que se encuentra el Ercina. Sus aguas resultan más peculiares por sus variaciones cromáticas. La vegetación acuática y los cambios de iluminación hacen oscilar el tono del lago del verde claro al oscuro, incluso jugando a veces con matices amarillentos o rojizos.
Es un conjunto lagunar que se encuentra a 10 kms. de distancia de la localidad de Covadonga, se denominan Lagos de Enol, que se agrupan en el lago Enol y el lago Ercina, ambos en la parte asturiana de los Picos de Europa. Para acceder a los lagos desde el monasterio hay que tomar una carretera de 12 sinuosos kms. A mitad de camino merece la pena un alto en el Mirador de la Reina, que ofrece una bonita panorámica. Ambas masas de agua están separadas por la loma de la Picota y rodeadas de bellos parajes montañosos y campos. Primero se llega al lago Enol, a 1.070 metros de altura, rodeado de praderas donde pastan vacas, caballos y ovejas. Luego hay que continuar el ascenso hasta los 1.108 metros de altitud en que se encuentra el Ercina. Sus aguas resultan más peculiares por sus variaciones cromáticas. La vegetación acuática y los cambios de iluminación hacen oscilar el tono del lago del verde claro al oscuro, incluso jugando a veces con matices amarillentos o rojizos.
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